Cientos de miles de personas resultaron afectadas este lunes en Londres por la segunda huelga de metro en menos de un mes, que obligó a cerrar total o parcialmente líneas y estaciones, y provocó graves problemas en el tráfico rodado de la capital británica.

La huelga convocada por los sindicatos de transporte RMT y TSSA comenzó el domingo a las 19H00 locales (18H00 GMT), cuando miles de empleados dejaron de trabajar para protestar por un plan de la entidad que gestiona el transporte público, Transport for London (TfL), de suprimir 800 empleos, esencialmente en las estaciones.

Tres de las 11 líneas de metro de la capital estaban cerradas, y las otras parcialmente afectadas, pero TfL dijo al mediodía que un 40% de los trenes circulaban y que el servicio era mejor que durante la anterior huelga del 7 de septiembre.

“La parálisis de Londres que auguraban los líderes de los dos sindicatos no se ha materializado”, declaró Howard Collins, jefe de operaciones del metro londinense, que registra habitualmente unos 3,5 millones de trayectos diarios.

Como hace un mes, TfL puso más autobuses en las calles e incrementó las frecuencias en las conexiones fluviales por el Támesis.

Sin embargo, numerosos capitalinos tuvieron que soportar largas colas bajo la lluvia en las paradas de autobús y de taxi para tratar de llegar a sus lugares de trabajo, mientras que otros utilizaban la bicicleta, el monopatín o simplemente caminaban.

Un hombre de 33 años que no quiso dar su nombre calificó de “vergüenza” que los londinenses de a pie tuvieran que sufrir esta huelga. “Todo el mundo debe hacer frente a recortes en el contexto actual. Es irresponsable que las huelgas provoquen tantos trastornos”, agregó indignado por llegar tarde a su trabajo.

El alcalde conservador de Londres, Boris Johnson, también criticó la huelga, que calificó de “ataque político contra el gobierno”, y dijo que la capital era “retenida como rehén” por las acciones de 3.000 empleados del metro que amenazaban también su economía.

Los sindicatos, por su parte, instaron al primer ministro David Cameron a intervenir en la disputa, que si no se resuelve debería dar lugar a otros dos paros de 24 horas en noviembre próximo.