Una docena de civiles, entre ellos seis menores, resultaron heridos la noche del sábado en un ataque con granada en una plaza pública de un suburbio de Monterrey, la tercera ciudad de México, informaron el domingo autoridades locales y el gobierno federal.

La granada “fue lanzada por desconocidos” poco antes de las 23.00 horas, cuando en el lugar se encontraban numerosas familias y “unas 12 personas resultaron heridas por esquirlas”, seis de ellos menores de edad, informó un reporte policial de la alcaldía de Guadalupe, en la zona metropolitana de Monterrey, en el estado de Nuevo León, fronterizo con Estados Unidos.

La Secretaría de Gobernación (Interior) del gobierno federal confirmó el “ataque” y responsabilizó a bandas del crimen organizado.

La noche del viernes, Monterrey, sede de importantes firmas trasnacionales, fue sacudida por el estallido de tres artefactos explosivos, uno de ellos cerca del consulado de Estados Unidos, con saldo de un herido y daños materiales.

“El Gobierno Federal expresa su más categórico repudio al ataque perpetrado frente al palacio municipal de Guadalupe. Estas acciones subrayan la contundencia con la que el gobierno (…) debe hacer frente a la amenaza que representa el crimen organizado”, indicó el comunicado de Gobernación.

Según versiones de la prensa local, las primeras investigaciones señalan que los autores del ataque llegaron caminando a la plaza y lanzaron la granada para después darse a la fuga.

El diario Reforma indicó que el estallido provocó escenas de pánico entre las numerosas familias que se encontraban pasando la noche del sábado en la plaza.

Según la prensa, este es el primer ataque contra civiles en Nuevo León. En septiembre de 2008, un atentado con granadas dejó ocho muertos y más de 100 heridos en la ciudad de Morelia.

Nuevo León vive desde inicios de año una ola de violencia atribuida a un enfrentamiento entre el cártel del Golfo y sus antiguos aliados, los Zetas, militares de élite que desertaron para unirse al crimen.

El gobierno de México contabiliza más de 28.000 muertes relacionadas con la lucha contra el narcotráfico desde diciembre de 2006, cuando inició el despliegue de unos 50.000 soldados contra los cárteles.