La situación en Ecuador tras la sublevación “está bajo control”, dijo el presidente Rafael Correa a sus pares de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), según refirió la mandataria argentina Cristina Kirchner al inaugurar el viernes en Buenos Aires la cumbre del bloque.

Imagen de eldiario24.com

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Al abrir la cumbre extraordinaria de la Unasur, que sesionaba a puertas cerradas la madrugada del viernes, Kirchner dijo que junto a sus pares sudamericanos habló con Correa y éste le confirmó que “la situación en Ecuador se encuentra bajo control”.

“Podemos celebrar el hecho de que Correa ha sido liberado y se encuentra en buen estado”, dijo la presidenta argentina minutos después de que Correa hablara desde el palacio de gobierno en Quito tras ser liberado por militares.

La reunión tiene como participantes al presidente peruano Alan García, el uruguayo José Mujica, el boliviano Evo Morales y el chileno Sebastián Piñera, en tanto se espera la llegada del venezolano Hugo Chávez y el colombiano Juan Manuel Santos.

El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, estaba ausente por problemas de salud y tampoco asistía su par de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, debido al cierre de la campaña electoral en su país.

Recibido como héroe

El presidente Rafael Correa, fue recibido como un héroe por una muchedumbre al salir al balcón del Palacio de Gobierno, tras ser rescatado sano y salvo de un hospital de esta capital, donde policías sublevados lo mantuvieron cercado durante unas doce horas.

“Hoy el presidente no ha claudicado como hicieron otros cobardes”, dijo Correa, aludiendo a su negativa a negociar con los policías que lo retuvieron.

“Jamás aceptamos negociar nada bajo presión, nada. Por el diálogo todo”, dijo Correa, que les dijo a sus captores: “o salgo como presidente de una nación digna o salgo como un cadaver”.

La gente coreaba “Lucio, asesino, Lucio, asesino”, en alusión al ex presidente Lucio Gutiérrez, un ex militar golpista electo presidente y derrocado en 2005.

Correa asentía -”es eso, es eso”- reiterando su acusación de que Gutiérrez estaba tras la rebelión de la policía.

Gutiérrez había rechazado poco antes cualquier vinculación con la asonada: “mis primeras palabras son para rechazar las cobardes, las falsas, las temerarias acusaciones del presidente Correa”, dijo a CNN en español desde Brasil.

Los gobiernos de Estados Unidos, Brasil, Venezuela, Cuba, México, Colombia, Chile, España y la Unión Europea condenaron a los rebeldes. Perú y Colombia cerraron su frontera con Ecuador.

La ley de servicio público que originó el conflicto ya había provocado una crisis entre Correa y su bloque legislativo, que el miércoles rechazó algunos artículos de la iniciativa para reducir la nómina estatal.