El gobierno mexicano anunció este martes cinco medidas para combatir el secuestro de emigrantes en medio de los cuestionamientos por la masacre de 72 ciudadanos de cinco países en Tamaulipas.

El plan incluye mecanismos de inteligencia financiera para detectar el pago de rescates en el exterior. Los secuestradores “típicamente se valen de sistemas internacionales de envío de efectivo” para cobrar rescates, por lo que en esta materia México implementará mecanismos de “inteligencia financiera”, explicó a la prensa el secretario de Gobernación (ministro del interior), Francisco Blake.

Unos 10 mil migrantes son secuestrados en México cada semestre, lo que genera a sus captores cerca de 25 millones de dólares, según un registro realizado en 2009 por la estatal Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

El plan establece también “un monitoreo más estrecho de las vías” de trenes de carga, que muchos migrantes usan para cruzar México de manera clandestina hacia Estados Unidos.

En las vías férreas muchas veces los migrantes son interceptados por delincuentes que cuentan con la complicidad de autoridades, según múltiples denuncias de ONG que además de los secuestros hablan de robos y extorsión.

Blake dijo que el gobierno mexicano trabajará para que instituciones actúen en forma coordianada en la “prevención y combate al secuestro de migrantes”.

Organizaciones civiles y la CNDH han denunciado que el secuestro de migrantes se ha vuelto cada vez más frecuente en especial por parte de Los Zetas, una organización por ex militares de elite y que se caracteriza por sus prácticas sanguinarias.

Los Zetas aparecen como los probables responsables de la matanza en Tamaulipas, según el testimonio de un sobreviviente.

Unos 500.000 inmigrantes indocumentados ingresan cada año a México para tratar de llegar a Estados Unidos, según una estadística oficial.

Unos 1.200 efectivos de La Guardia Nacional de Estados Unidos fueron movilizados para apoyar a las patrullas fronterizas que resguardan la línea limítrofe de 3.200 kilómetros.