Los dueños de la compañía Minera San Esteban, Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny, declaran a esta hora ante la Comisión Investigadora de Seguridad en Faenas Mineras de la Cámara de Diputados, en donde se busca establecer responsabilidades por el accidente que mantiene a 33 mineros atrapados en el Yacimiento San José.

En la primera parte de su declaración, ambos indicaron que no tienen problemas para entregar antecedentes a la comisión, pero prefieren que estos no sean dados a conocer ante la opinión pública porque ya han sido entregados a la Fiscalía de Atacama, y se podría entorpecer la investigación.

Los diputados decidieron que la sesión de la comisión seguirá siendo pública, pero en caso en que la información lo amerite, se tornará secreta.

Los dueños declararon en la sesión que la situación ha sido terrible, y esperan que tenga término pronto. Además, indicaron que como compañía harán lo posible para poner a disposición de sus trabajadores y acreedores todos los bienes de la empresa, “para concurrir a ellos en todo lo que sea necesario”.

Sumado a ello, Marcelo Kemeny aseguró que todas las autorizaciones sobre la reapertura de la mina se habrían realizado en regla y con la asesoría de una empresa externa.

En tanto, Alejandro Bohn dijo no creer que la mina San José haya sido un mal negocio, sin embargo este desastre enluta por completo la labor de la empresa realizada durante los últimos años. Y, que pese a la situación difícil por la que atraviesan, siempre han apoyado las labores de rescate y no dudarán en entregar todos los recursos para continuar colaborando con los trabajadores y sus familias.