El presidente de Guatemala, Álvaro Colom, pidió a su homólogo mexicano, Felipe Calderón, aclarar la muerte violenta de 72 migrantes la semana pasada, entre los que se encuentran cinco guatemaltecos, informó este lunes la cancillería en un comunicado.

“El presidente Colom sostuvo esta mañana una conversación telefónica con el presidente Calderón, por la que solicitó del Gobierno de México una exhaustiva investigación de los hechos en los que resultaron muertos 72 migrantes, cinco de ellos identificados hasta el momento como guatemaltecos”, precisa la nota.

Asimismo, el gobernante guatemalteco reiteró a su homólogo la solicitud de respeto a la integridad física y a los derechos humanos de los migrantes y condenó enérgicamente este acto criminal que acabó con la vida de 72 personas”.

Los migrantes “buscaban nuevas oportunidades de vida y pagaron con ella al no sumarse a las filas del crimen organizado” señaló Colom.

Las investigaciones realizadas hasta ahora por las autoridades mexicanas indican que el autor de la masacre es el cartel de narcotraficantes conocido como “Los Zetas”, que opera en la zona fronteriza entre México y Estados Unidos.

Aunque reconoció la lucha contra el crimen organizado en México, el mandatario pidió “tomar medidas más eficaces que protejan a los migrantes que transitan por territorio mexicano”.

Por su parte, el presidente de México expresó “sus más sentidas condolencias al gobierno y pueblo de Guatemala, en especial a las familias de las víctimas”, indica el boletín oficial.

De acuerdo con el documento, el gobernante mexicano externó a su par guatemalteco “el mayor empeño del gobierno mexicano en aclarar este terrible hecho y su compromiso con el respeto a la vida y a los derechos inherentes de los migrantes”.

Además, ofreció “tener resultados de las investigaciones que se realizan y presentárselas a Colom el día 14 de septiembre, fecha en la que ambos mandatarios se reunirán en México en el marco de la celebración del Bicentenario mexicano”.

Calderón ofreció repatriar los cuerpos de los migrantes asesinados en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, según la nota. El suceso es considerado como la peor masacre registrada en México, que se atribuye a la banda Los Zetas, en su mayoría ex soldados reclutados por el narcotráfico.