El gobierno francés planea cambiar la legislación para facilitar las expulsiones de extranjeros, en particular de gitanos, que “amenacen el orden público con repetidos robos o mendicidad agresiva”, indicó este lunes el ministro de Inmigración e Identidad Nacional francés, Eric Besson, quien anunció que el gobierno presentará una enmienda para ello.

Foto: rnw.nl

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Besson negó que el gobierno haya radicalizado su política de seguridad en las últimas semanas: “Hubo más regresos de rumanos y búlgaros a sus países porque se evacuaron campamentos ilícitos” de gitanos de esos Estados, explicó.

El comité de la ONU contra la “discriminación racial” urgió la semana pasada a Francia a “evitar” las expulsiones colectivas de gitanos y los “discursos políticos discriminatorios” que favorecen un “clima de racismo” y coinciden con “un aumento reciente de actos y manifestaciones racistas y xenófobos”.

Dichas expulsiones están sobre el tapete desde que Sarkozy estimó a fines de julio que los disturbios callejeros consecutivos a la muerte de un joven por disparos de un gendarme mostraban “los problemas que plantea la conducta de algunos gitanos”.

Poco después, tras una polémica reunión dedicada a los gitanos en la que participaron altas autoridades francesas, el gobierno afirmó que la mitad de los campamentos ilegales en Francia serían desmantelados en un plazo de tres meses.

Además, casi al mismo tiempo, Sarkozy anunció una “verdadera guerra” contra la “criminalidad” y afirmó que, en Francia, la inmigración “no está regulada lo suficiente desde hace 50 años” y que el modelo de integración francés ha sido un “fracaso”.