A 6 meses del terremoto la normalización de la ciudad es lenta y la calidad de vida de los habitantes del Gran Concepción se ha visto notablemente afectada. Los sampedrinos están aferrándose al único viaducto que quedó disponible, el puente Llacolén, y deben pasar lentamente por éste con el temor de encontrarse en un lugar no seguro.

Imagen: Felipe Delgado

Imagen: Felipe Delgado

Concepción observa como una de sus principales avenidas, O’Higgins, está cerrada hace medio año debido al colapso del la torre que lleva su nombre y que es una de las portadas de la destrucción del sismo, junto a otros 8 edificios que colapsaron. La demora en la reparación de calles y veredas ha sido difícil de sobrellevar y es un golpe fuerte para las comunas que ven la lentitud de los cambios en el Gran Concepción.

Esta en la crónica de Tatiana Risso