El presidente Nicolas Sarkozy defendió el miércoles el compromiso de Francia en Afganistán, y expresó el apoyo de su país a la mujer iraní amenazada de lapidación.

Sarkozy detalló “las ambiciones” de su futura presidencia del G8 y G20, en su discurso ante los embajadores franceses.

Dos días después de la muerte de dos soldados franceses en suelo afgano, el jefe del Estado aprovechó la cita diplomática para repetir que las tropas de Francia seguirán comprometidas allá, “tanto tiempo como sea necesario”.

En la actualidad cada vez se escuchan más voces, sobre todo en la izquierda, exigiendo un debate sobre el tema.

“Nuestra acción al servicio de la paz no debe ser sometida a calendarios artificiales ni al humor de la prensa”, estimó, denunciando “el catastrofismo” de los comentaristas al respecto.

Sarkozy también justificó la presencia militar francesa en Afganistán por la necesidad de reducir “el arco crítico del terrorismo”.

“Si la situación actual se degrada, habría un gran riesgo de ver aparecer una cadena contínua que relacione las bases terroristas de Quetta (Pakistán) y el sur de Afganistán, a las de Yemen, Solamia y Sahel”, dijo el mandatario francés.