Cada vez más dramática se vuelve la situación de muchas familias del sector Villa Troyo de Lonquimay, donde la mayoria vive bajo la nieve con un ingreso de apenas 5 mil pesos mensuales. Para sobrevivir y alimentar a sus hijos, esto los obliga a salir en pleno invierno a pescar y cazar conejos, ante la indiferencia de las autoridades municipales y de gobierno.
Villa Troyo
Aunque parezca increíble, esta es la realidad que viven decenas de familias que habitan en la cordillera de la Región de la Araucania: un ingreso mensual de 5 mil pesos que obtienen por parte del estado por tener un hijo, además de habitar en mediaguas sin ningún tipo de aislación y -muchas veces- con agujeros o ventanas rotas. Todo esto para capear temperaturas que pueden llegar a los 10 grados bajo cero.
Miguel Angel Saavedra, quien tiene 39 años y vive junto a su esposa y un hijo de 9 años, confirmó que subsiste con sólo 5.500 pesos, recibiendo el auxilio de Carabineros del Retén Troyo y algunos vecinos, teniendo que instalar trampas para cazar conejos y pescar en el río para alimentarse.
En tanto, Miguel Angel Montoya de 36 años, quien tambien subsiste junto a su familia con sólo 5 mil pesos, formuló un llamado al alcalde de Lonquimay, Guillermo Vasquez, a que los visite para que conozca la realidad, aprovechando de pedir en forma urgente oportunidades de trabajo.
Miguel Ángel Saavedra y su familia | Villa Troyo
Cabe destacar que La Radio dio a conocer hace algunos meses el caso de Natividad Rojas, una mujer que vive sola con sus dos pequeñas hijas en Troyo, con 20 mil pesos mensuales como único ingreso.
Aquella vez, el alcalde de Lonquimay se comprometió a brindarle ayuda, la que finalmente consistió en una canasta familiar que duró algunos días, para volver luego a su condición de desamparo, algo que las autoridades municipales y de gobierno conocen pero observan con indiferencia, sin hacer nada para que esto cambie.
Lo más lamentable es que estos dos ejemplos no son aislados, ya que cientos de familias en plena cordillera viven en estas condiciones, abandonados por el Estado chileno.
Miguel Ángel Saavedra y su familia | Villa Troyo
