Tres soldados de las fuerzas internacionales, dos civiles y un jefe tribal murieron este martes en atentados en Afganistán, informaron el mando de la Alianza y responsables locales.

Dos soldados murieron al explotar una mina de fabricación casera, el arma de predilección de los insurgentes, en el este del país, anunció la OTAN en un comunicado. Un tercer soldado pereció en circunstancias similares en el oeste.

La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF, bajo mando de la OTAN) no reveló la nacionalidad de los militares.

Con estos decesos son ya 436 los soldados extranjeros muertos en operaciones militares en Afganistán en lo que va de año, según un balance de la AFP establecido a partir del sitio web independiente icasualties.org.

El número total de soldados extranjeros muertos en la guerra de Afganistán desde la invasión encabezada por Estados Unidos a fines de 2001 superó el umbral simbólico de los 2.000 el pasado sábado.

Por otra parte, dos civiles murieron y cinco resultaron heridos al estallar una moto bomba, cuyo blanco era un convoy de la policía en el sur de Afganistán, indicó a la AFP un responsable de la policía afgana.

La bomba, adosada a una moto estacionada en un puente, estalló antes del paso de los policías en la provincia de Ghazni.

La persona sospechosa de haber colocado y activado la bomba también resultó herida en la explosión y fue detenida, según el comandante de la policía para el sur de Afganistán, Mohamad Osman.

Más al sur, en Spin Boldak, cerca de la frontera con Pakistán, un importante jefe tribal de la provincia de Kandahar, Zakaria Jan, murió en la explosión de una granada en su comercio de madera, según Zalmai Ayubi, portavoz del gobierno local.

El lunes por la noche, cinco civiles habían muerto y dos resultaron heridos al estallar una bomba casera al paso de su vehículo en la provincia de Herat (sur), según Lal Mohamad Omarzai, jefe del distrito de Shindand.