El gobierno de Chile entregó los restos de la ciudadana uruguaya Mónica Cristina Benaroyo, asesinada presuntamente por la dictadura de Augusto Pinochet.

La entrega de los restos se hizo de parte del gobierno chileno a María Soledad Cibils, presidenta de la Comisión por la Paz de Uruguay, entidad similar a la Comisión de Derechos Humanos de nuestro país, y que tiene la autorización de los familiares para llevárselos a su país.

La coordinación estuvo encabezada por el embajador de Uruguay en nuestro país, Carlos Pita, quien se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores subrogante, Fernando Schmidt, a quien le agradeció la gestión y valoró el gesto.

En conversación con Bío-Bío, La Radio, el embajador Pita destacó la labor del Estado chileno en materia de cooperación entre naciones.

Los restos de Mónica Cristina Benaroyo fueron encontrados el 16 de julio de 2008, en una zona desértica perteneciente a un recinto militar cerca de Arica. Benaroyo era hija de diplomáticos rumanos y se nacionalizó uruguaya en 1954. Era profesora de filosofía y había estado en Chile huyendo de los peligros del golpe de Estado en Uruguay.

Tras comprobarse la identidad de la mujer, se inició un proceso judicial en nuestro país dada su “muerte con sospecha de criminalidad”.

Al respecto, el director del Servicio Médico Legal, doctor Patricio Bustos, destacó que la labor de su entidad se caracterizó por la identificación de los restos mediante la comparación de los restos con sus familiares.

Anteriormente, el SML informó que parte de los restos se encontraban momificados debido a la salinidad del terreno en que se encontró, hecho que en definitiva facilitó la conservación de sus huellas digitales.

Actualmente, existen otros ocho casos judiciales de uruguayos desaparecidos o presuntamente asesinados durante la dictadura chilena.