Indignados están los parientes y compañeros de trabajo de un funcionario del patio de comidas del Mall Curicó que sufrió un repentino problema de salud, como consecuencia de un posible cáncer estomacal que aún se mantiene en estudio.

La molestia de los más cercanos del paciente Manuel Lizama de 27 años, es que ingresó a la asistencia pública del Hospital de Curicó a eso de las 16:30 horas y solo 4 horas después fue atendido por el médico de turno.

Lo más grave vino después, cuando el facultativo, tras recetarle únicamente una especie de analgésico, lo increpó señalándole por qué asistía a la unidad de emergencia, cuando sabía que era portador de una metástasis y en cualquier momento podía fallecer.

Según familiares que se contactaron con La Radio en Curicó, el médico de turno les habría insinuado que el paciente Manuel Lizama, era “sólo una pérdida de tiempo”, reclamando por la dignidad que debe ser atendido cada paciente, independiente de la patología que presente, dijeron.

El Hospital de Curicó no entregó ninguna reacción por tratarse de un fin de semana.