Por primera vez en 51 años de revolución, la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, inició una romería de año y medio por la isla con un mensaje de reconciliación en una misa televisada, a tono con un histórico diálogo entre el Gobierno y la Iglesia.

Virgen de la Caridad del Cobre - Patrona de Cuba.

Virgen de la Caridad del Cobre - Patrona de Cuba.

Como antesala de la celebración en 2012 de los 400 años de la aparición de la imagen, la peregrinación partió el domingo del Santuario Nacional del Cobre, en Santiago de Cuba, a unos 950 km de La Habana, donde el arzobispo Dionisio García ofició una misa.

La inusual transmisión de la misa por televisión, la noche del lunes, ilustró el buen momento por el que pasan las relaciones entre la Iglesia Católica y el gobierno de Raúl Castro, con quien el cardenal Jaime Ortega y García se reunió el 19 de mayo, tras lo cual Cuba inició una gradual liberación de 52 presos políticos.

“Tenemos que hacer lo que nos corresponde (…), cada uno tiene que llevar un mensaje de caridad, de unión”, manifestó en la homilía García, presidente de la Conferencia Episcopal.

Todos los obispos acudieron a la misa menos Ortega, quien regresaba ese día de Estados Unidos, donde recibió un premio y se entrevistó con altos funcionarios del Gobierno de Barack Obama, sobre la situación de Cuba.

La romería lleva un mensaje de diálogo y reconciliación: “Eres signo y vínculo de unidad, te suplicamos por todos tus hijos que, desde dentro y fuera de la patria, desean lo mejor para Cuba”, reza la oración que acompaña la imagen, en referencia a los dos millones de cubanos emigrados y sus descendientes, 1,5 millones de los cuales vive en Estados Unidos.

Al llegar al primer pueblito, San Luis de las Enramadas, en Santiago de Cuba, la imagen, escoltada por dos hileras de motos que hicieron sonar sus bocinas, fue recibida en la calle principal por cientos de niños y adultos con globos y flores, que corearon vivas, narró un testigo presencial.

“Los vítores y aplausos no se hicieron esperar, brotaron espontáneamente y se ondearon algunas banderas cubanas que portaban algunos peregrinos”, dijo una corresponsal católica.

Su único peregrinaje había ocurrido en 1951-52, en honor del cincuentenario de la República. Fue despedida entonces por el arzobispo de Santiago de Cuba (sudeste), Enrique Pérez Serantes, el mismo que intercedió para salvar a Fidel Castro y otros asaltantes del frustrado cuartel Moncada (1953), primera acción de la revolución.

Tras el triunfo de la revolución, en 1959, la Iglesia y el Gobierno comunista comenzaron un enfrentamiento que, de manera ondulante, duró hasta 1998, cuando el Papa Juan Pablo II visitó Cuba.

Desde entonces, la Iglesia salió de los templos donde fue confinada, se decretó el feriado de Navidad, se autorizaron las procesiones en las calles, hasta su actual papel de mediadora e interlocutora con voz crítica de la situación de la isla.

Coronada por el Papa, la imagen de la virgen mulata apareció, según la leyenda, por primera vez en 1612 ante tres pescadores que iban en una barca por la bahía oriental de Nipe. En la isla, donde predomina el sincretismo religioso, los cubanos la identifican con Ochún, uno de los orishas del panteón yoruba -de origen africano.

Un comunicado de los obispos a todos los cubanos, incluso no creyentes y sincréticos, pide acudir a la Virgen “para que Dios nos ayude en el esfuerzo de alcanzar la paz”.

La peregrinación abarca todos los pueblos y provincias de Cuba, y terminará en La Habana el 10 de diciembre de 2011, cuando la imagen regresará a Santiago de Cuba y la isla quede lista para el año jubilar de 2012.