Un juzgado de lo mercantil de Madrid ha ordenado el embargo preventivo de una parte de los bienes de los dirigentes de la compañía aérea española Air Comet, que quebró a finales de 2009, uno de los cuales es el presidente de la patronal española CEOE, Gerardo Díaz Ferrán.

Gerardo Díaz Ferrán | periodistadigital.com

Gerardo Díaz Ferrán | periodistadigital.com

El embargo, por un monto total de 37,6 millones de euros (49,9 millones de dólares), afecta a los bienes de la empresa Inversiones Grudisan, perteneciente a Díaz Ferrán, así como a los bienes de su principal asociado, Gonzalo Pascual, de sus hijos y de otro miembro del consejo de administración de Air Comet, José María Llodra Serrano.

Según el auto judicial, del que AFP ha obtenido una copia, “existe un importante desbalance en el patrimonio de la concursada, que impedirá satisfacer los créditos contra la misma”.

Además, el juez considera que “concurren en la gestión de los administradores graves irregularidades” y quiere “determinar si la situación de insolvencia es o bien fortuita, (…) o bien culpable, al aparecer dicha insolvencia como resultado de acciones imputables a la persona del concursado o de sus administradores”.

Con el fin de hacer frente a las deudas de la empresa, actualmente en suspensión de pagos, el juzgado ha decidido el embargo “con el fin de garantizar la responsabilidad patrimonial personal de los administradores o liquidadores de la entidad concursada”.

La compañía quebró y suspendió todos sus vuelos el 22 de diciembre de 2009, dejando en tierra a miles de pasajeros, la mayoría inmigrantes latinoamericanos que se disponían a pasar las navidades en sus países.

Unos 2.000 ecuatorianos presentaron una denuncia reclamando un total de 2,5 millones de euros de indemnización.

El caso fue un golpe duro para la imagen de Gerardo Díaz Ferrán, fundador y propietario de Air Comet, y presidente de la poderosa patronal española CEOE.

Otras dos de sus compañías también han sufrido problemas económicos: Aerolíneas Argentinas tenía una deuda de unos 890 millones de dólares y fue expropiada por Argentina a finales de 2008 y Viajes Marsans, ex número uno de las agencias de viaje españolas, que suspendió pagos a finales de junio.