La canícula -aquella temporada del año en que es más fuerte el calor, tanto en el hemisferio Sur como en el Norte- y el humo que vuelven el aire irrespirable en Moscú causaron un aumento en julio de casi el 50% del número de muertes en la capital rusa, en su mayoría personas ancianas, una realidad que las autoridades se niegan a admitir.

Según el Servicio Central de Estado Civil de la capital rusa, consultado por la AFP el viernes, en julio se registraron casi 5.000 muertes más que el año anterior.

“Registramos 14.340 muertes en Moscú en julio, 4.824 muertes más que en julio de 2009″, indicó una funcionaria del Servicio de Estadística del Estado Civil, Evguenia Smirnova.

“El aumento del número de muertes comenzó en julio, en junio por el contrario las cifras habían sido bastante aceptables”, indicó esta funcionaria estimando que la canícula había sido “muy probablemente” la causa de estas muertes.

Las cifras del mes de agosto no deberían ser mejores, agregó, mientras que los servicios meteorológicos no prevén un retroceso a corto plazo de esta canícula sin precedentes en Rusia.

Los servicios del Estado Civil no poseen estadísticas sobre las causas de muerte, pero el análisis de las edades confirmó que las personas ancianas eran las más afectadas por la canícula en una megalópolis donde las temperaturas asfixiantes desde el mes de julio batieron récords a fin de mes alcanzando los 40 grados Celcius.

“Hay 30 grados en mi apartamento, pero hace algunos días subió hasta 35, y es muy muy agotador”, dijo una moscovita de 79 años, Svetlana Mikhaïlovna, durante una entrevista telefónica con la AFP.

“Tengo siempre a mano mis medicamentos para el corazón”, agregó la anciana, que no posee en su apartamento de la periferia de Moscú ni aire acondicionado ni incluso un ventilador, como gran parte de las personas ancianas en Rusia, que vive en su mayoría por debajo de la línea de pobreza.

Según el servicio de estado civil, 8.826 moscovitas de más de 71 años murieron en julio, contra 5.293 de la misma edad en el mes de junio. En otras franjas, las cifras no aumentaron demasiado.

Desde hace una semana las autoridades rusas, presionadas a responder sobre esta situación, niegan estas evidencias.

Las afirmaciones sobre un alza significativa de la mortalidad a causa de la canícula “no tienen ningún fundamento objetivo”, declaró el viernes el jefe de los servicio sanitarios rusos Guennadi Onichtchenko.

La portavoz de los servicios sanitarios en Moscú admitió un aumento de la mortalidad y su vinculación con la canícula, pero también explicó claramente que las autoridades preferían silenciar las cifras.

“Las estadísticas del mes de julio sobre la natalidad y la mortalidad no estarán listas antes de fines de agosto, es demasiado pronto para sacar conclusiones”, afirmó un portavoz del ministerio de Salud.