Estados Unidos devolvió a Cuba una embarcación robada en una marina de la isla y a los cuatro cubanos que iban a bordo con la intención de emigrar, informó este miércoles el gobierno de La Habana.

Manuel Ramírez y Eduardo Puig, custodios de la Base Náutica de Tarará, en el este de La Habana, hurtaron el barco “Comodoro” el 29 de julio “con el fin de abandonar ilegalmente el país hacia los Estados Unidos”, según una nota del Ministerio del Interior (Minint).

A los dos hombres, que para hacerse de la embarcación “emplearon la fuerza y causaron daños a medios e instalaciones”, se sumaron otros dos, identificados como Yusnaykys Hierrezuelo y Karel González, precisó el comunicado publicado en el diario oficial Granma.

La embarcación fue interceptada por los guardacostas estadounidenses, alertados por las Tropas Guardafronteras de Cuba, “en cumplimiento de los acuerdos migratorios vigentes entre los dos países”, añadió.