Sólo una actividad marcó el Día del Patrimonio Cultural en Los Ángeles: una ceremonia de premiación en la cual no se contó con la presencia de las principales autoridades, ni siquiera el alcalde Joel Rosales.

Sin embargo, los tradicionales paseos por los edificios públicos, que se han realizado en años anteriores, debieron ser suspendidos en esta oportunidad por los daños provocados tras el terremoto. Conocidos lugares como el Teatro Municipal o las que fueron las oficinas de Bernardo O’higgins cuando fue alcalde de esta ciudad, estuvieron cerrados al público.

Otro de los puntos que tampoco pudo abrir sus puertas producto de la tragedia fue el Museo de Alta Frontera, el cual contempla la mayor cantidad de platería mapuche del país.