A pesar de la crisis económica, los países ricos aportarán 4.000 millones de dólares de aquí a 2012 para combatir la deforestación, uno de los principales factores del calentamiento del planeta, se anunció este jueves en Oslo, donde se desarrolla una reunión internacional sobre el tema.

Imagen: Latin Pyme

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Esta suma representa un aumento de 500 millones de dólares con respecto a los 3.500 millones prometidos por seis países –Estados Unidos, Noruega, Japón, Reino Unido, Francia y Australia– durante la conferencia de Copenhague, en diciembre de 2009.

Llegar a este aporte fue posible por la entrada en escena de nuevos Estados, entre ellos Alemania (350 millones de euros) y Dinamarca, indicó Noruega, el país anfitrión de una conferencia sobre selvas y clima.

“En estos tiempos de mundialización de los mercados, las selvas valen más muertas que vivas. Nos comprometemos a cambiar esta ecuación”, declaró el primer ministro noruego Jens Stoltenberg.

Según el Grupo Intergubernamental de Expertos de la ONU sobre la evolución del clima (GIEC), la deforestación representa 17% de las emisiones globales de gas con efecto de invernadero, algo más que el sector del transporte.

La lucha contra la deforestación podría representar un tercio de las medidas necesarias de aquí a 2020 para limitar a 2 grados centígrados el calentamiento del planeta, según Noruega, país pionero en la materia junto a Francia, que organizó en marzo pasado una primera conferencia en París.

“Frenar la deforestación y la degradación de las selvas permite las reducciones más importantes, las más rápidas y las menos caras de las emisiones mundiales”, añadió Stoltenberg.

Interrogado sobre la capacidad de los países industrializados para cumplir con sus compromisos en tiempos de problemas presupuestarios, Stoltenberg subrayó la necesidad de movilizar diferentes fuentes de financiación, más allá de las ayudas públicas.

El primer ministro noruego citó financiaciones alternativas (tasa a las emisiones de CO2, impuesto sobre los pasajes de avión) o fondos privados voluntarios. El riquísimo financista George Soros, presente en Oslo, dijo estar dispuesto a aportar su apoyo.

En Copenhague, Noruega y Estados Unidos prometieron cada uno 1.000 millones de dólares, Francia 375 millones, Japón 500 millones, el Reino Unido 480 millones y Australia 120 millones.

“Es estimulante ver esas promesas sobre la mesa (…), pero lo que se debe considerar es la manera en que el dinero será gastado”, reaccionó Susanne Breitkopf, una responsable de Greenpeace, que desea privilegiar la preservación de las selvas vírgenes en lugar de adoptar medidas de corrección.

El encuentro de Oslo ha servido también para generar una asociación internacional que agrupa a medio centenar de Estados que tienen la intención de crear un banco de datos sobre las medidas contra la deforestación, su financiación y sus resultados.

Entre 2000 y 2010, la deforestación provocó la pérdida bruta (sin contar la repoblación forestal) de 13 millones de hectáreas de selvas anuales, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).