Familiares de reclusos de los penales El Manzano 1 y 2 reclaman por la excesiva espera en los días de visita. Además, acusan que hay especies que los gendarmes arrebatan a los reos.

Son mayoritariamente mujeres quienes desde temprano hacen fila en los ingresos del penal penquista.

Algunas llegan a las 5 de la mañana, procedente incluso desde Santiago o Temuco, pero al momento de abrirse las puertas hay total descontrol.

No existe orden -aseveran las reclamantes- porque Gendarmería se responsabiliza por lo que ocurre desde los portones hacia adentro.

Algunas hasta venden su puesto en la fila por 1.000 pesos, acusó una mujer que prefirió reservar su identidad, mientras otra acusó que la ropa y comida que traen a sus familiares se pierde, además de un aumento de golpizas a los reclusos..

Desde la Dirección Regional de Gendarmería no se refirieron al tema por ausencia del titular y su suplente.

Por su parte, la Anfup dijo que de producirse golpes, éstos son hechos aislados y que hay un relajo de las autoridades regionales de Gendarmería, cuyo cambio es indispensable.

No hay recursos suficientes -agregó- y los arreglos por los daños del terremoto siguen pendientes por falta de adjudicación. Así lo explicó Oscar Ulloa, dirigente de la Anfup.

Finalmente, los familiares de los reclusos esperan un mejor trato, que por lo menos evite esperas de hasta 8 horas.