La candidata del presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva a sucederlo, Dilma Rousseff, expresó este martes su compromiso con la erradicación de la miseria y su intención de que Brasil se transforme en una nación desarrollada, durante una conferencia con los principales empresarios del país.

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Imagen: Wikipedia

“Nosotros podemos y vamos a transitar de una economía de una nación emergente a una economía de una nación desarrollada”, dijo Rousseff en un evento de la Confederación Nacional de la Industria que reunió a los principales candidatos para las presidenciales brasileñas de octubre.

“Nuestro compromiso para hacer eso debe ser con la erradicación de la pobreza extrema, nosotros podemos hacer eso”, afirmó la candidata del oficialista Partido de los Trabajadores, quien también propuso “poner como piso de la renta de Brasil la de la clase media”.

La pobreza extrema en Brasil afecta a cerca de 30% de la población de unos 190 millones de habitantes.

Rousseff elogió las políticas del actual gobierno del que fue su ministra jefe de Gobierno, y señaló continuidad con las mismas, al tiempo que enfocó los principales puntos reclamados por el empresariado.

Prometió una reforma tributaria para poner orden en el caótico y oneroso sistema taxativo brasileño, exoneraciones para la inversión, exportaciones, energía y hasta en la hoja de salario de los trabajadores, compromiso con la estabilidad macroeconómica y aún un recorte de los gastos públicos considerados “no racionales”.

Una dama de hierro en el gobierno Lula, economista y ex guerrillera de 62 años, Dilma Rousseff encabeza las encuestas con 37% de la intención de voto empatada con el opositor ex gobernador socialdemócrata de Sao Paulo, José Serra, de 68 años.