Con una fuerte baja cerró hoy la jornada la Bolsa de Comercio de Santiago, alineándose con los mercados mundiales que se desplomaron con fuerza por la desconfianza en la eurozona y por la crisis coreana.

Esta caída se debe a que los mercados internacionales registraron fuertes caídas tras la incertidumbre que predomina a nivel internacional por el conflicto geopolítico entre Corea del Norte y del Sur, sumado a la especulación que aún ronda a la economía griega.

A nivel local, el Índice de Precios Selectivo de Acciones (IPSA) cerró con una pérdida de 1.25% a 3.727 puntos; mientras que el Índice General de Precios de Acciones (IGPA) retrocedió 1.08% a 17.522 puntos.

De esta manera, la plaza local no fue la única afectada. En la Bolsa de Nueva York, el Down Jones retrocedió 0.23%, la que durante el día llegó a disminuir 2.9%; mientras que el Nasdaq perdió 0.12%.

Las Bolsas Europeas fueron las que registraron mayores caídas. Madrid descendió 3.05%; París registró una caída de 2.90%; Londres retrocedió 2.54% y Frankfurt cerró con un descenso de 2.34%.

Ante esta situación, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, llamó al país a la tranquilidad y aseguró que el complejo escenario que afecta especialmente a Europa, se aleja enormemente de la crisis financiera que sufrió el mundo y Chile en el 2009.

De esta manera, el secretario de Estado indicó que el país está muy bien preparado para enfrentar este difícil panorama de los mercados internacionales.

Para el economista de la Universidad Central, Hernán Frigolett, la situación de los mercados internacionales marcará de manera negativa los fondos de pensiones nacionales. Tras la baja en la plaza local, éstos presentarán un retroceso en el mes de mayo, indicó.

Esta visión es compartida por el decáno de la facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, Erik Haindl, quien señaló que la única salida para revertir esta situación es que los países europeos recuperen la confianza de los mercados con programas serios de austeridad fiscal.

Para los economistas, esta turbulencia externa seguirá generando volatilidad en los mercados mundiales; situación que debería comenzar a cambiar en el mes de junio, cuando se defina en su totalidad el programa para revertir la crisis de la deuda soberana en la zona euro.