5 años de presidio, el pago de una multa de 8 UTM, aproximadamente $294 mil, la cancelación de su licencia de conducir y el pago de una indemnización de $20 millones, deberá cumplir como condena, un gendarme declarado culpable de manejo en estado de ebriedad causando muerte, lesiones graves y leves.

Lo anterior corresponde a la decisión que asumieron los jueces del Tribunal Oral de Temuco, respecto del gendarme del Centro de Cumplimiento Penitenciario de esta ciudad, Carlos Wladimir Parra González, tras declararlo culpable tras un accidente de tránsito ocurrido el 19 de abril del año 2009 en el kilómetro 18 y medio de la ruta Temuco-Imperial.

En esa ocasión, poco después de las 07.00 horas, por la ruta ya citada en dirección a Temuco y según testigos a exceso de velocidad, circulaba un automóvil Subaru Legacy, guiado por Parra González, acompañado de Marcelo Iván Soto Pérez.

Al enfrentar una curva y sin descartarse que haya venido compitiendo con otro vehículo en el que viajaban otros gendarmes, el Subaru perdió el control e impactó una camioneta Chevrolet Corsa, que iba el mismo sentido.

Este último móvil era guiado por María Enedina Ramírez Bernal de 53 años de edad, quien por fatal coincidencia era madre de un gendarme de dotación del Complejo Penitenciario de Valparaíso.

A causa de la violencia del impacto, la frágil camioneta se salió de la calzada y cayó en una zanja falleciendo en forma instantánea la conductora, en tanto su acompañante, el funcionario de ChileDeportes-Araucanía, Arturo Cheuque Calfuqueo, sufrió lesiones de extrema gravedad.

El vehiculo del gendarme en tanto, impactó a un taxi colectivo que en sentido contrario,
circulaba por el lugar, guiado por Alvarito Sepúlveda Sanhueza a quien acompañaba su esposa Lucía Salazar y la hija de ambos, Stephanía.

En su sentencia, los jueces dejan además especificado que la pena de presidio deberá cumplirla efectivamente privado de libertad, abonándole sólo 135 días que corresponden al periodo en que ha permanecido con la medida cautelar de arresto domiciliario total, antes de enfrentar el juicio oral.

Además se dispuso que el gendarme pague al hijo de la víctima fatal, una indemnización de $20 millones.