La presidenta argentina, Cristina Fernández, pidió el martes en la cumbre eurolatinoamericana de Madrid que el nuevo gobierno británico abra negociaciones sobre la soberanía de las Islas Malvinas, y recibió casi de inmediato una respuesta negativa.

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“Quería pedir, en nombre de mi país y de los países de América Latina también al Reino Unido, especialmente saludando a su nuevo primer ministro: por favor reanudemos nuestras negociaciones en relación a la soberanía de las Islas Malvinas”, dijo Fernández en su discurso en la inauguración de la cumbre Unión Europea (UE)-América Latina y Caribe que se celebra en la capital española.

Fernández formuló ese pedido sobre la base de “la resolución que se dictó en 1965 en Naciones Unidas y que aún sigue incumplida”.

El nuevo primer ministro conservador británico David Cameron no asistió a la cumbre entre la Unión Europea (UE) y América Latina.

En su lugar, estaba el jefe de la diplomacia británica, William Hague.

El nuevo intento argentino encontró un rechazo liso y llano del Reino Unido, donde el gobierno reiteró este mismo martes que “no tiene dudas” acerca de la soberanía británica de las islas y descartó que negociaciones sobre este asunto si no lo piden sus habitantes.

“No tenemos dudas acerca de nuestra soberanía sobre las islas Falkland (denominación británica de las Malvinas)”, declaró el secretario de Estado para Latinoamérica, Jeremy Browne, en un comunicado difundido en Londres.

“El principio de autodeterminación expuesto en la Carta de las Naciones Unidas se impone. No puede haber negociación sobre soberanía al menos y hasta que lo deseen los habitantes de la isla”, agregó.

Browne recordó también que el Tratado europeo de Lisboa “reafirma claramente” la posición de la Unión Europea de que las Malvinas “son un territorio de ultramar de Gran Bretaña”.

Argentina reivindica la soberanía de las Malvinas, tomadas por la fuerza por el Reino Unido desde 1833 y objeto de una guerra entre ambos países en 1982, que se saldó con victoria de las tropas británicas.

Durante su discurso, Fernández aseguró que no se puede “cargar en la cuenta” de Argentina “lo sucedido en dictaduras militares”, en referencia a la guerra de 1982, lanzada por el gobierno de facto liderado en ese momento por Leopoldo Galtieri.

“Somos un país de paz, no se nos puede cargar en nuestra cuenta lo sucedido en dictaduras militares que nada han tenido que ver con la idiosincrasia de nuestro países”, afirmó.

La presidenta de Argentina había enviado la semana pasada a David Cameron una carta para pedirle que detenga la exploración de hidrocarburos en el área de Malvinas.

La exploración petrolera, que comenzó a finales de febrero en las inmediaciones del archipiélago, exacerbó el clima de tensión entre Buenos Aires y Londres, en especial luego de que la empresa Rockhopper anunció el 7 de mayo el primer descubrimiento en la cuenca norte de Malvinas.