Una epidemia de fiebre aftosa en el sur de Japón amenaza con decimar la raza de buey “Wagyu”, joya de la gastronomía nipona considerada como una de las mejores carnes del mundo.

Wagyu | Wagyu.net

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El virus, aparecido el 20 de abril en la prefectura de Miyazaki, en la isla de Kyushu, se extendió a 111 granjas y afecta en total a más de 85.000 bueyes y cerdos, indicó Koji Eiju, responsable de Agricultura del gobierno local.

En cuanto se descubrieron los primeros casos, Japón anunció la suspensión de todas las exportaciones de carne bovina, porcina y de otros animales de pezuña partida.

Las exportaciones de “buey Wagyu” – principalmente a Estados Unidos y Hong Kong – también quedaron suspendidas, añadió Eiju. Japón exporta cada año 35 toneladas de buey de Miyazaki.

La epidemia, la primera en Japón desde el año 2000, amenaza con hacer desaparecer el “buey de Miyazaki”, perteneciente a la especie “Wagyu” (literalmente, buey japonés), y cuya carne es famosa por su ternura y su sabor.

Esta raza, considera como la más cara del mundo, es alimentada con cerveza por los ganaderos, que incluso le ponen música clásica a los bueyes para relajarlos.

Ante el riesgo de contagio, el primer ministro japonés, Yukio Hatoyama, prometió este lunes una ayuda de 100.000 millones de yenes (1.080 millones de dólares) para ayudar a los ganaderos, que calculan ya en 16.000 millones de yenes las pérdidas.

“Se está convirtiendo en un problema no sólo para Miyazaki sino para toda la isla de Kyushu. Lo fundamental es impedir que la enfermedad se extienda más”, declaró Ban Kugimiya, alcalde de la ciudad de Oita, situada en la prefectura homónima.

El gobierno de la prefectura de Miyazaki anunció además que 49 toros reproductores iban a ser abatidos, para dejar sólo seis especímenes, que fueron transportados previamente a un lugar seguro para protegerlos de la enfermedad.

Para impedir que la epidemia se extienda, el gobierno japonés puso en marcha este lunes un grupo urgente de trabajo, encargado de establecer puntos en los que desinfectar los vehículos agrícolas en la prefectura de Miyazaki.

La epidemia obligó incluso al zoológico de la ciudad de Miyazaki a cerrar temporalmente, para proteger especies vulnerables como las girafas, los camellos y los antílopes.

El virus de la fiebre aftosa, muy contagioso, se transmite fácilmente entre los bovinos, porcinos, caprinos y ovinos, y mata en general a los animales más jóvenes. El ser humano se ve muy raramente afectado.