Unos 300 manifestantes acusaron este viernes a las fuerzas de la OTAN de haber matado la víspera a civiles en un ataque aéreo en un pueblo del este de Afganistán, constató un periodista de la AFP.
La muchedumbre gritaba entre otras cosas “muerte a Karzai”, el presidente afgano apoyado por las fuerzas internacionales, y “muerte a los norteamericanos”, que forman más de los dos tercios de las tropas.
También lanzaron piedras contra la sede de la administración del distrito de Surj Rod, en la provincia de Nangahar, donde se produjo el ataque de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), bajo mando de la OTAN.
El jueves por la noche, los helicópteros del ejército afgano y de la ISAF atacaron supuestos escondites de los talibanes en un pueblo, confirmó a la AFP Ahmad Zia Abdulzai, portavoz del gobernador de la provincia.
“Por el momento no sabemos cuántas personas han muerto; si eran todos talibanes o si entre ellos había civiles”, añadió.
El gobernador envió una misión de investigación al lugar, concluyó el portavoz.
La ISAF no comentó por el momento la información.
Un responsable de las autoridades locales, que pidió el anonimato, aseguró que 11 personas murieron en total, y que entre ellas había civiles.
Criticado por el gobierno afgano por matar a veces sin distinción a talibanes y a civiles, Washington aseguró que la reducción del número de víctimas civiles es “una prioridad”.
El miércoles, el presidente estadounidense, Barack Obama, asumió la responsabilidad de la muerte de civiles durante operaciones militares en Afganistán.
“A fin de cuentas, yo soy responsable, así como el general (comandante de las fuerzas de la OTAN en Afganistán, Stanley) McChrystal es responsable, cuando alguien que no está en el campo de batalla resulta muerto”, dijo Obama junto al presidente afgano Hamid Karzai, a quien recibió en la Casa Blanca.
Según la ONU, el balance de civiles muertos en 2009 fue el peor en los ocho años de guerra en Afganistán, con más de 2.400 víctimas y un aumento de 14% respecto a 2008.
