Científicos indios expresaron su asombro luego de los análisis efectuados durante dos semanas en un asceta hindú de 83 años que afirma haber pasado más de 70 años sin ingerir alimentos ni beber agua.

Prahlad Jani

El yogui (practicante de yoga) de barba larga llamado Prahlad Jani resistió sin beber ni comer, pero sobre todo sin orinar ni defecar, durante este periodo de observación que terminó el jueves, según los científicos.

“Seguimos sin comprender cómo sobrevive sin orinar ni defecar. Este fenómeno es un misterio”, declaró a la prensa Sudhir Shah, un neurólogo del equipo de 30 médicos que observaron al yogui en un hospital de Ahmedabad (oeste).

Prahlad Jani era vigilado las 24 horas por cámaras durante este experimento lanzado por el Organismo de Investigación y Desarrollo del Ministerio de Defensa (DRDO).

Luego, el yogui regresó a su pueblo natal cerca de Ambaji en Gujarat (norte) donde reanudó con sus actividades meditativas. El octogenario asegura que una diosa lo bendijo cuando tenía 8 años y le permitió vivir sin alimentos.

Durante las dos semanas que duró el experimento, “el único contacto de Jani con líquidos era cuando se hacía gárgaras o se lavaba”, indicó en un comunicado el doctor G. Ilavazahagan, director del Instituto Nacional de Defensa especializado en fisiología. Este instituto forma parte del DRDO que, el año pasado, había ideado granadas llenas de pimiento rojo para aturdir a manifestantes.

“Si Jani no saca su energía de los alimentos y del agua, debe hacerlo de otras fuentes que lo rodean, y el sol es una de ellas”, indicó el doctor Sudhir Shah. “En tanto profesionales del sector médico, no podemos excluir hipótesis como la de una fuente de energía distinta a las calorías”, dijo.

El yogui se sometió a un escáner de resonancia magnética. Su cerebro y su actividad cardíaca fueron medidos con electrodos y le practicaron análisis de sangre.

El resultado detallado será publicado en los próximos meses y el DRDO espera poder aprovecharlos para aumentar la resistencia de los militares o ayudar a las víctimas de catástrofes naturales.