Verdaderas montañas de escombros se están retirando del sector céntrico de Talcahuano, donde los trabajos se extenderían por una semana más. En el municipio advierten que no cuentan con los cientos de millones de pesos que cuesta demoler los edificios colapsados.

La empresa a cargo de las faenas de retiro de escombros cuenta con 3 retroexcavadoras, 2 mini cargadores, una excavadora de 30 toneladas, y 30 camiones que son capaces de transportar hasta 20 metros cúbicos.

Para el municipio, la actividad cobra un significado vital, ya que se pretende restablecer la conectividad vial lo antes posible en la llamada “zona cero”, lo que gatillaría además la reapertura de algunos locales comerciales.

En esta limpieza paso a paso, cobra importancia la demolición de los edificios con daño irreparable, pero están a la espera de estos recursos porque el municipio no los tiene, aseguró el alcalde Gastón Saavedra.

Ajenos a los avances que muestra el puerto, en la zona céntrica decenas de dueños de locales comerciales siguen sumidos en la desazón, con un futuro incierto, temerosos de la delincuencia y esperando se cumpla lo que prometió el Gobierno.

El dueño de la tradicional Schopería Alemana, Raúl Vargas, asegura que los anuncios de ayuda del Gobierno son un engaño, y que los pequeños empresarios no han podido acceder por ejemplo a subsidios de Corfo.

La situación de Talcahuano fue vista en terreno por el viceministro de Japón, Kenta Izumi, quien reconoció que está a la vista que se ha hecho un gran esfuerzo para reducir los daños provocados por el gran terremoto.

Sobre la colaboración que podría prestar Japón a Talcahuano, la autoridad nipona dijo que podría ser en educación o en la concreción de la asistencia técnica en los sistema de alertas tempranas.