Al menos 102 personas murieron en una ola de atentados en todo Irak este lunes, en la jornada más sangrienta desde el comienzo del año, indicaron fuentes sanitarias y de los servicios de seguridad.

Los atentados más mortíferos golpearon Hilla, 95 km al sur de Bagdad. Dos coches bomba estacionados en el aparcadero de una fábrica de textiles estallaron a la salida del personal.

Cuando los policías y los socorristas llegaron al lugar de los hechos, se produjo una tercera explosión.

Al menos 50 personas murieron y 155 quedaron heridas en este triple atentado, según un nuevo balance facilitado por el doctor Ihab Dhabhawi, del hospital de Hilla.

En la tarde de este lunes, otras 20 personas murieron y 73 resultaron heridas en tres ataques con coches bomba en Basora, el gran puerto del sur del país, según una fuente policial.

Estos actos de violencia se producen cuando el país sigue sin nuevo gobierno, más de dos meses después de las elecciones legislativas del 7 de marzo, y tres semanas después de la muerte de los dos principales jefes de la rama iraquí de Al Qaida, muertos en una operación conjunta estadounidense-iraquí.