En ascuas están los agricultores de las provincias de Bío-Bío y Malleco que son usuarios del canal Bío-Bío Sur, debido a la incertidumbre causada por el inesperado retraso en los trabajos de reparación de la destruida obra de riego.

Este canal riega unas 40 mil hectáreas y si no entra en operaciones en la próxima temporada, que comienza en septiembre, causaría pérdidas económicas por 580 millones de dólares e impactaría en 10 mil puestos de trabajo.

Aunque rápidamente el Ministerio de Obras Públicas destinó unos 5 mil millones de pesos para reparar la estructura, el inicio de las faenas se ha retrasado en uno de los puntos afectados por los líos para comprar un terreno donde debe rehacerse el tramo dañado.

El presidente de la Asociación de Canalistas Bío-Bío Sur, Axel Whilhem, aseguró que si no puede reparar la obra a tiempo, habrá un daño económico por 580 millones de dólares, impactando en unos 10 mil puestos de trabajo.

El problema es que el trazado dañado debe rehacerse en otro lugar, sobre un predio que está en manos de una sucesión y con la cual no aún hay acuerdo para comprar un terreno de 14,5 hectáreas.

Este problema la falta de seguridad sobre el riego desincentivaría cultivos importantes, como el trigo, el maíz y la remolacha, que requieren del vital elemento para asegurar su viabilidad económica.

Ello, sin contar con que el canal Bío-Bío Sur también alimenta las napas subterráneas de cientos de pequeños campesinos que la usan para el consumo humano y para irrigar sus cultivos.