La depreciación acelerada sería la piedra de tope entre la UDI y el Gobierno para aprobar la ley de financiamiento para la reconstrucción.

Según la oposición el mecanismo permitiría a las empresas diferir el pago de impuesto e incluso eximirse del alza tributario durante los dos años de duración.

La posibilidad de no tomar en cuenta la depreciación acelerada en el proyecto de ley para el financiamiento post terremoto, y que permite a las empresas diferir el pago del impuesto a la renta no dejó contentos a los representantes de la UDI, que acusan podría desincentivar la inversión. Así los señaló el diputado gremialista e integrante de la comisión de Hacienda de la Cámara, Carlos Recondo.

Un punto que la UDI hizo notar en la reunión sostenida ayer con el ministro de Hacienda, Felipe Larraín. Escuetamente el ministro señaló que esto se aclarará en el proyecto de ley. La iniciativa debería ingresar esta semana al Congreso.

El presidente de la UDI, Juan Antonio Coloma, señaló que su partido apoyará la ley de financiamiento aunque insistió en sus reparos al alza de los tributos.

El mecanismo ha sido fuertemente criticado por la oposición que asegura que con la depreciación acelerada las firmas pueden eximirse del pago durante los dos años que dure el alza.

Argumentan que con ello las empresas acortan la vida útil de sus bienes, subiendo sus costos anuales de producción lo que les ocasionará menores utilidades, es decir, menos rentas, por lo que el pago de impuesto terminará siendo menor. Así, cuando expiran los años de amortización – osea cuando termina la vida útil del bien- las empresas terminarán pagando cuando el impuesto vuelva a su tasa normal. No cumpliendo el objetivo de la iniciativa legal.