El secretario general de la Central Autónoma de Trabajadores (CAT), Óscar Olivos, realizó reparos al discurso del primero de mayo pronunciado por el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Arturo Martínez.

El dirigente de la CAT expresó que Martínez les faltó el respeto a los trabajadores al considerar a la gente como “tarada” intentando hacer solicitudes que nunca realizó durante los veinte años de gobierno que tuvo en sus manos la Concertación, a la cual pertenece el presidente de la CUT.

En tanto, el vicepresidente de la CAT, Alfonso Pastene, reiteró que no quieren que los trabajadores sean “carne de cañon” de los políticos ante la postura de realizar una movilización, y formuló que Martínez no corre ningún riesgo al hacer un llamado a paro.

Por otra parte, la vicepresidenta de la CUT, María Rozas, se encargó de responder a las críticas hechas por los dirigentes de la CAT, diciendo que el uso de las movilizaciones es una herramienta legítima que ellos tienen y que, en ese sentido, los trabajadores de tonto no tienen nada.

Más allá de las críticas, todos ellos coinciden en que la idea de seguir trabajando por la defensa de las necesidades de los empleados del país.