El recuento manual de votos en Bagdad, que comenzó el lunes, y la invalidación esta semana de candidatos a las legislativas iraquíes de marzo, por sus vínculos con el partido Baas del ex dictador Saddam Hussein, corren el riesgo de sumir a Irak en nuevas turbulencias, estiman los observadores.

“Vamos a revisar hoy 600 urnas y en los próximos días llegaremos a las 800, si todo funciona bien. Pensamos terminar el recuento de los votos de las 11.000 urnas como máximo en dos semanas”, afirmó un responsable de la Comisión Electoral iraquí, Qassem al Abbudi.

Las urnas fueron colocadas en las mesas de dos salones de un gran hotel de la “zona verde”, el sector ultraprotegido de la capital iraquí donde 312 personas han sido encargadas de este recuento.

Observadores de la Unión Europea, las Naciones Unidas, la embajada de Estados Unidos y la Liga Arabe, están presentes, constato la AFP.

“El recuento comenzó esta mañana y se hace de manera muy profesional. Los electores tiene de esta forma una garantía de que se respetará su voto. Es importante que las querellas presentadas sean tomadas en cuenta”, afirmó a la prensa el representante de la ONU en Irak, Ad Melkert.

“Esperamos que los resultados definitivos sean publicados lo más rápidamente posible, pero también pedimos a todos que sean pacientes, ya que en lugar de apresurarse, es preferible tener un proceso minucioso”, añadió.

Además de este controvertido recuento, la comisión jurídica debe pronunciarse esta semana sobre el caso de nueve diputados sospechosos de haber pertenecido al Partido Baas del ex presidente Saddam Hussein.

La semana pasada un grupo de magistrados invalidó ya a 52 candidatos a las elecciones legislativas iraquíes de marzo por mantener vínculos con el partido del ex dictador.