El riesgo de intento de suicidio en los adultos que sufren depresión no parece variar según los antidepresivos que se toman, afirma un estudio difundido el lunes en la edición de mayo de Archives of General Psychiatry.

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No hay una diferencia clínica notable entre los adultos que toman las distintas categorías de tratamientos contra la depresión, incluidos los ISRS (inhibidores selectivos de recaptura de la serotonina) como el Prozac o el Zolof, en lo que concierne a los intentos de suicidio, afirmó el doctor Sebastian Schneeweiss, psiquiatra del Brigham and Women’s Hospital y profesor de la Facultad de Medicina de Harvard (noreste), principal autor del estudio.

Los investigadores analizaron los expedientes médicos de 287.543 adultos en Columbia Británica en Canadá, que comenzaron un tratamiento con antidepresivos entre 1997 y 2005.

Durante el primer año de terapia, 846 de estas personas tuvieron un intento de suicidio, de los cuales 104 terminaron en la muerte. La mayoría de estos actos se produjeron en los seis primeros meses del tratamiento.

“Nuestras conclusiones (…) concuerdan con la decisión de la agencia estadounidense de reglamentación de los medicamentos (FDA) de tratar todos estos medicamentos de forma idéntica en sus advertencias de utilización”, explicó el Dr Schneeweiss.

“La decisión de prescribir un medicamento debe basarse en su eficacia pero los médicos deberían controlar el seguimiento de sus pacientes cuando comienzan una terapia con un antidepresivo”, advirtieron.

Según estudios anteriores citados por los autores, no hay pruebas establecidas de una disminución de la tasa de intento de suicidio desde hace diez años, pese al aumento de la utilización de antidepresivos como el Prozac.