Nueve adolescentes fueron inculpados en un pueblo de Massachusetts (noreste de Estados Unidos) tras el suicidio de una compañera a la que presuntamente acosaban personalmente y por internet.

Phoebe Prince

El caso trajo a primer plano el debate sobre la cuestionada práctica del hostigamiento o “bullying” entre estudiantes, considerado por algunos como una práctica inaceptable y por otros como un inevitable rito de la adolescencia.

Los cargos presentados incluyen violación y violación de derechos civiles de Phoebe Prince, que se suicidó en enero a los 15 años, según un comunicado difundido el martes por la fiscalía del distrito noroeste de Massachusetts.

Según la prensa local, Prince había llegado hace poco de Irlanda y se radicó en South Hadley, donde fue objeto de una campaña de acoso o “bullying” por parte de compañeros de ambos sexos, práctica frecuente en medios estudiantiles.

La joven había sido blanco de acoso verbal, amenaza de agresión física y mensajes hostiles a través de la red de socialización Facebook. Prince fue hallada ahorcada en un armario de su casa por la hermana menor.

El día de su muerte, la joven había sido presuntamente acosada en la biblioteca de la escuela frente a un docente. Phoebe Price fue luego víctima de insultos en los pasillos de la institución y una tercera vez camino a la casa, donde desde un vehículo le arrojaron una lata de gaseosa.

Según algunos testimonios publicados en la prensa local, el acoso fue impulsado al principio por compañeras de clase que le envidiaban un novio de 18 años, jugador de fútbol americano.

Los padres de la víctima acusan a los docentes de la escuela de no haber tomado medidas suficientes para evitar la tragedia. Además de los seis jóvenes inculpados, que tienen entre 16 y 18 años de edad, la justicia presentó cargos contra otros tres menores cuya identidad no fue revelada.

“Creo que alguna gente se está quejando de los administradores de la escuela y podrían exigir su renuncia”, dijo a la AFP Mitchell Brouillard, padre de Rebecca, una joven que según él también fue víctima del “bullying”.

Ese tipo de acoso se ha vuelto una práctica tan frecuente que la legislatura local examina actualmente en ambas cámaras un proyecto de ley para volver obligatorio el entrenamiento del personal docente para disuadirlo.

“Lo que buscamos es que el entrenamiento sea obligatorio para todo el personal escolar”, dijo Robert Trestan, consejero de la Liga anti-difamación.

Como en el caso de Prince, las situaciones de acoso se plantean por lo general dentro de un grupo de jóvenes contra un individuo que por alguna razón es blanco del creciente hostigamiento verbal, físico o sicológico del grupo.

Según Barbara Coloroso, docente y experta en problemas de “bullying”, el fenómeno “a menudo sucede bajo el radar de los adultos”.

“Es importante que no pasemos por alto esta forma de acoso, diciendo simplemente que son cosas de chicos o que forman parte del período de crecimiento”, agregó la experta en declaraciones al canal CBS.