Según informó el Sernac en su sitio oficial, por un crédito de consumo de $500 mil un consumidor puede terminar pagando hasta $984.384, casi el doble de lo que pidió. El llamado es a cotizar y no fijarse sólo en las tasas de interés, pues el costo final del crédito está formado también por comisiones y seguros.

Marzo es un mes de gastos, pago de permisos de circulación, ingreso a clases, Semana Santa, que atentan contra el presupuesto familar. Por lo anterior, los créditos de consumo aparecen una buena opción para hacer frente a esta situación, lo que llevó al Servicio Nacional del Consumidor a un estudio, el cual incluyó créditos de consumo de $500 mil, $1 millón y $3 millones a 24 y 36 meses plazo, incluyendo a 20 bancos, 5 Cajas de Compensación, 8 Compañías de Seguros de Vida y 5 Cooperativas de Ahorro y Crédito.

La oferta de créditos de consumo registró tasas de interés que va desde un mínimo de 0,70% a un máximo de 4,20% mensual.
En este sentido, la banca resalta al exhibir ambas tasas en el conjunto del sistema, amplitud que se traduce en que el consumidor tenga que pagar un 584% más si accede al crédito con las condiciones menos convenientes.

Lo anterior se refleja en el siguiente ejemplo: al solicitar un crédito de $500 mil a 36 meses, un consumidor puede pagar desde $70.780 adicionales a los que pidió (un total de $570.780) hasta $484.384 (un total de $ 984.384). Es decir, podría terminar pagando casi el doble de lo que pidió.

En el caso que el crédito sea de un $1.000.000 y pactado en 36 meses plazo, el consumidor puede pagar desde $1.141.560 hasta $1.899.468, es decir, una diferencia de $757.908 0 535%. Si se trata de un crédito de $3.000.000 pactado a 36 meses plazo, el costo varía entre $3.424.716 y $5.580.072, esto es una diferencia de $$2.155.356 o 507%.

Por su parte, las cajas de compensación presentan el rango de tasas de interés más estrecho, el que alcanza a 4,5% (36 meses plazo); no obstante, su tasa mínima, es la más alta entre las que tienen tal condición en cada industria, lo que confirma la necesidad de cotizar.

Como conclusiones del estudio, el Sernac afirma que Cotice, pues si accede a la opción menos conveniente, puede terminar pagando casi el doble de lo que pidió. Además existen diferencias que hoy pueden llegar a 584% entre el costo adicional que pagará un consumidor por el dinero solicitado comparando el crédito más barato y el más caro.

Compare y no se deje llevar sólo por la tasa de interés, pues la institución que tenga la tasa más baja no necesariamente será la más económica pues el costo final del crédito está formado también por comisiones, gastos notariales, seguros e impuestos.

Fíjese no sólo en el “desde” sino en el “hasta”, pues el “desde” suele ser sólo para cierto tipo de clientes. Por ejemplo, dos consumidores que pidan un crédito de $3 millones a 36 meses en una misma institución, pueden pagar aproximadamente $2 millones 155 mil de diferencia. En consecuencia de lo anterior, prefiera endeudarse en menos plazo para disminuir el costo final a pagar.

Exija una cotización y compare considerando a otros actores que pueden ser más convenientes como las Cajas de Compensación, Aseguradoras y Cooperativas de Ahorro y Crédito.

Es importante que los consumidores se fijen en el valor final del crédito sin considerar sólo los intereses y tengan en cuenta que todo lo que se ofrezca en la publicidad o acuerde en los contratos, debe cumplirse.