El presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, envió al presidente uruguayo, José Mujica, que impulse una “última utopía”, “la abolición del ejército uruguayo”, para fortalecer la seguridad, la democracia y la economía de su país.

“Le escribo al ‘Pepe’ para decirle que queda todavía, en el morral del tiempo, una última utopía: la abolición del ejército uruguayo”, dice una misiva enviada por Arias a Mujica, fechada el 26 de marzo, divulgada este martes por la Presidencia de Costa Rica.

“Los ejércitos son enemigos del desarrollo, enemigos de la paz, enemigos de la libertad y enemigos de la alegría”, agregó el gobernante del primer país latinoamericano que abolió el ejército, en 1948, ejemplo seguido por Panamá y Haití.

“En gran parte del mundo, y sobre todo en América Latina, las fuerzas armadas han sido la fuente de la más ingrata memoria colectiva. Fue la bota militar la que pisoteó los derechos humanos en nuestra región”, añadió Arias.

La semana pasada, cuando se anticipó que Arias enviaría esta propuesta a Mujica, un ex guerrillero Tupamaro, dirigentes de la izquierda y derecha uruguaya criticaron la iniciativa del mandatario costarricense.

Sin embargo, Arias dio varios argumentos para justificar su propuesta.

“Uruguay no necesita un ejército. Su seguridad interna puede estar a cargo del cuerpo de policía, y su seguridad nacional no gana nada con un aparato militar que jamás será más poderoso que el de sus vecinos, que además son países democráticos”, escribió Arias.

“No importa cuánto invierta en sus fuerzas armadas, Uruguay no logrará ganar una carrera armamentista contra Brasil, Colombia, Argentina, Chile y Venezuela. En las circunstancias actuales, la indefensión es mejor política de seguridad nacional para su pueblo, que un aparato militar inferior al de sus vecinos”, agregó.

Arias, quien ganó el Premio Nobel de la Paz en 1987 por sus esfuerzos para pacificar a Centroamérica, recordó que en 1948 “Costa Rica fue el primer país en la historia en abolir su ejército y declararle la paz al mundo”.

“Desde entonces, los costarricenses no han vuelto a vivir una guerra. No han vuelto a derramar su sangre en un enfrentamiento civil. No han vuelto a temer un golpe de Estado, una dictadura o un régimen de persecución política”, expresó Arias.

“Estar desmilitarizados nos permitió ser percibidos como aliados de todas las partes del conflicto. En verdad le digo que no ha habido decisión que más haya fortalecido la seguridad nacional costarricense, que la de eliminar el ejército”, dijo.

Sostuvo que “Costa Rica y Panamá comparten la frontera más pacífica del mundo”, debido a que ninguno de los dos países posee fuerzas armadas.

Además, ambos países tiene “las dos economías más exitosas del istmo centroamericano. Porque el dinero que destinábamos a nuestros ejércitos, lo destinamos ahora a la educación de nuestros niños, a la salud de nuestros ciudadanos y a la competitividad de nuestras industrias y comercios”, justificó el gobernante.