En momentos que la cancillera alemana Angela Merkel iniciaba el lunes una visita a Turquía, en Alemania se reactivaba la polémica sobre la integración de unos 2,5 millones de inmigrantes turcos.

Antes de partir para su primer viaje a Turquía desde 2006, Merkel reafirmö: “Queremos que la gente que vive aquí desde hace numerosas generaciones se integre a este país”.

“Esto significa evidentamente que el idioma alemán debe aprenderse y que las leyes alemanas se respeten”, agregó la canciller conservadora.

Su declaración aparece como un toma de posición después que el ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, llamó a la creación de liceos turcos en Alemania.

“En Turquía, tenemos liceos alemanes, ¿por qué no podría haber liceos turcos en Alemania?”, se interrogó en una entrevista al semanario Die Zeit.

Esta proposición provocó una desaprobación generalizada de la clase política turca que acusó a Erdogan de quierer obstaculizar la integración de los turcos emigrados.

Alrededor de 1,8 millones de personas tienen pasaporte turco, a los que se agregan 700.000 alemanes de origen turco, constituyendo la primera comunidad extranjera en Alemania. Los turcos solos representan un cuarto de los 6,75 millones de inmigrantes.

Desde hace unos años, algunos se preocupan del repliegue de algunos turcos que, a veces, 30 años después de llegar, aún no hablan alemán y viven en “sociedades paralelas”.

En los últimos años, casos de crímenes “de honor” o de matrimonios forzados ha provocado conmoción en Alemania.

No es por eso menos cierto que el índice de fracaso escolar en mucho mayor entre los jóvenes de familias inmigrantes que, aún cuando muchos son nacidos en Alemania, no dominan el alemán.

Sociólogo de origen turco y autor de un libro sobre los matrimonios forzados, Necla Kelek, afirma: “Por cierto no necesitamos en Alemania más escuelas donde se hable turco, ni sociedades paralelas o comunidades musulmanas”.

En paralelo, el co-presidente de los Verdes, Cem Özdemir, primera personalidad política de origen turco que dirige un partido, denuncia la actitud de los alemanes de cepa frente a la comunidad turca.

“Manifiestamente hay una alergia contra todo lo que tiene que ver con Turquía y el idioma turco. Casi se tiene la impresión que el turco es el idioma de los leprosos”, denunció Ozdemir el lunes en declaraciones al cotidiano Suddeutsche Zeitung.