Llico

Llico | Ramón Reyes en Flickr

Supliendo la falta de agua con camiones aljibes, con problemas en la distribución de las ayudas y con la incertidumbre de qué va a pasar con su principal fuente de empleo, se encuentran los habitantes de las caletas afectadas en la provincia de Arauco. Sin embargo, gracias a la ayuda, principalmente, de particulares, mantienen la esperanza de que todo puede mejorar.

Junto con Dichato y Talcahuano, las tradicionales caletas de Llico y Tubul en la provincia de Arauco fueron visiblemente las localidades más afectadas tras el cataclismo que afectó a la Región del Bío-Bío.

Sólo en Llico, 130 pescadores y más de 600 familias lo perdieron prácticamente todo, y a un mes de ocurrido el desastre que cambió para siempre sus vidas no ven, por parte del Gobierno, una posible solución.

En la misma localidad, donde aún familias acampan en los cerros tras el mega sismo, la ayuda no ha sido canalizada de la mejor forma.

Algunos de los cientos de habitantes afectados, indicaron que muestra de la desorganización que se ha vivido en la zona tras los tristes acontecimientos del 27 de febrero, es la instalación de un campamento con más de setenta tiendas, las que aún no han sido ocupadas pese a las necesidades de muchos.

Sin embargo, y gracias a la solidaridad de cientos de personas que de manera anónima han enviado desde los lugares más recónditos del país ayuda, o han concurrido ofrecer sus servicios médicos, de peluquería y teatro, los hacen cifrar esperanzas en que todo va a mejorar.

En Tubul, la presentación de un grupo musical que viajo desde Puerto Montt, hizo bailar y sonreír a quienes desde hace un mes no tenían mayores motivos para hacerlo.

En la Municipalidad de Arauco reconocieron que la reacción tras el terremoto fue lenta, pero que se ha hecho todo lo posible por subsanar desde las situaciones de mayor gravedad, hasta la última de las situaciones.

Si bien tras la violenta salida del mar, entre ambas caletas sólo se registró una persona fallecida, miles quedaron sin poder utilizar su principal fuente de recursos, el mar, por tal razón la mayoría concordó en que reponer sus artículos de pesca y buceo sería un buen inicio para comenzar a ponerse de pie.