Once civiles, entre ellos cinco niños, murieron el sábado en la explosión de varias bombas de fabricación casera colocadas al borde de la carretera, un método generalmente utilizado por los talibanes, informó el domingo el ministerio afgano de Interior.

La explosión de uno de esos artefactos, tradicionalmente dirigidos contra las fuerzas armadas, mató a cinco niños en la provincia de Herat (oeste), precisó el ministerio en un comunicado.

Los niños jugaban cuando la bomba enterrada, en el distrito de Angil, hizo explosión, agregó.

Otros seis civiles murieron en dos incidentes separados, aunque similares, en la provincia de Helmand (sur), añadió la fuente, atribuyendo su autoría a los insurgentes.