Las grandes divisones de los estadounidenses respecto a la reforma del sistema de salud se manifestaron el jueves cuando el presidente Barack Obama regresó a Iowa, la cuna de su campaña en 2008.

Partidarios de Obama, entre ellos algunos de los que ayudaron al actual presidente a convertirse en candidato, acudieron en masa a la Universidad de Iowa para festejar el triunfo de su reforma del sistema de salud.

“Ya era hora, y estoy muy orgulloso de nuestro presidente y de nuestro Congreso”, dijo Rae Dvorsky, de 63 años, un partidario de Obama.

Pero fuera del auditorio también se concentraron personas opositoras al gobierno y que rechazan el proyecto de ley sosteniendo carteles que rezaban “Dios perdone a Obama” o “Presidente Obama-dictador”.

“El rol de nuestro gobierno es tener un papel limitado. Han violado completamente la Constitución”, dijo un manifestante contrario al presidente.

Iowa ayudó a hacer realidad el sueño de Barack Obama de llegar a la Casa Blanca: ganó allí la asamblea partidista en enero de 2008, iniciando una victoriosa campaña gracias a un amplio movimiento de base que le permitió derrotar a la favorita Hillary Clinton.

Además de esto, Iowa se volcó en su favor en las elecciones nacionales de noviembre, en las que derrotó al candidato republicano John McCain.