El atún de aleta azul del Atlántico, sobre el que no hubo acuerdo en la conferencia de la CITES para prohibir su comercialización, no es el único en peligro de extinción ya que, según los ecologistas, su primo hermano del Sur puede correr la misma suerte.

La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que concluyó el jueves, votó en contra de una propuesta de Estados Unidos y de la Unión Europea para prohibir la comercialización del atún de aleta azul del Atlántico, cuya población se desmoronó durante los últimos 40 años.

Pero la situación de esta especie en el Sur es igual de mala, o incluso peor, según los ecologistas, que culpan a Australia, a Japón, a Nueva Zelanda y a otros países de arrastrarla hacia la extinción, motivo por el cual piden la veda de pesca.

La mayoría de estos atunes del Sur, que pesan hasta 200 kilos, se pescan en aguas australianas y cerca de Nueva Zelanda y de Sudáfrica. Su precio en el mercado puede alcanzar miles de dólares.

Japón y Nueva Zelanda votaron en la CITES en contra de la prohibición de comercialización del atún del Atlántico, y Australia anunció que no votaría a favor.

Tanto Australia como Nueva Zelanda sostienen que la pesca restrictiva es más eficaz que una prohibición. Pero el activista de Greenpeace Nueva Zelanda Karli Thomas afirma que lo que estos países buscaban, en parte, era eludir presiones para no tener que cerrar la pesca de la especie del Sur.

Los ecologistas estiman que la pesca del atún de aleta azul del Sur ha alcanzado tales niveles que no existe alternativa alguna a la veda.

“Hemos mirado el informe científico (de la Comisión para la Conservación del Atún del Sur CCSBT) que salió el año pasado y está claro que la única opción que permitirá una recuperación modesta de las reservas es la captura cero”, declaró Thomas a AFP.

La CCSBT ha acordado reducir la pesca de esta especie en 20% como promedio este año y en 2011 para pasar de 11.810 toneladas a 9.449 toneladas, pero Greenpeace considera insuficiente esta medida.

“Lo que ellos (la comisión) priorizan una y otra vez no es sólo los intereses de la industria pesquera sino los intereses a corto plazo de la industria pesquera”, estimó Thomas.

Brian Jeffriess, director ejecutivo de la Asociación de la Industria de Atún de Aleta Azul del Sur de Australia, estima que estas predicciones sombrías están equivocadas y los ejemplares de la especie van en aumento.

Según él, los reconocimientos aéreos realizados por científicos australianos y las tasas de capturas de buques japoneses muestran que los números suben desde 2008. “Estamos muy convencidos de que la pesca va por buen camino hacia la recuperación”, dijo a AFP.