Otra querella enfrenta el Estado por la alarma de tsunami que no se dio el 27 de febrero. La interpuso la familia de un hombre que se ahogó en la población Santa Clara de Talcahuano por hacer caso a las autoridades la noche del terremoto.

Mario Ovando Garcés, de 70 años agonizó 3 días en el Hospital Higueras de Talcahuano antes de fallecer el 2 de marzo.

El día de la catástrofe él se mantuvo junto a su familia en la puerta de su casa en la población Santa Clara, confiados en que el mar estaba tranquilo y no se iba a salir, siguiendo la información que entregaban las autoridades.

“Mantener la calma y quedarse en sus casas” fue la recomendación, pero de pronto el agua comenzó a llegar con mucha fuerza hasta su casa alcanzando casi 2 metros de altura. Su esposa relató que intentaban nadar y flotar en medio del fango y todo lo que arrastró el mar.

La familia fue asesorada por abogados del senador Alejandro Navarro, que interpusieron hoy una querella por cuasidelito de homicidio por la muerte de Mario Ovando. A juicio del parlamentario, es necesario que el Estado llegue a un acuerdo compensatorio con las familias de las víctimas.

Agregó que hay un convencimiento de la familia y de la población en general que si la autoridad hubiera alertado de la catástrofe marítima, muchas vidas se habrían salvado en Talcahuano, en Penco, en Tomé y Dichato.