La Ministra de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, llegó a la región del Bío-Bío para constatar la situación en esta materia tras el terremoto. Se estima que habrá unas 600.000 toneladas de escombros para las que se busca alternativas de reutilización.

La Conama regional está impulsando un proyecto para determinar los sitios más adecuados para depositar escombros en las 12 comunas más afectadas por el terremoto porque los rellenos sanitarios, diseñados para recibir basura, colapsarán si se comienza a depositar la evidencia de la destrucción.

Para evitar problemas sanitarios y ambientales, el manejo de escombros es prioridad por lo que la Ministra de Medio Ambiente dijo en Concepción que ha recibido propuestas que debe estudiar.

La ministra se trasladó luego a Talcahuano, comuna fuertemente golpeada por el maremoto, para chequear el estado de la zona industrial con el manejo de sustancias químicas y emisiones no previstas de contaminantes.

Preocupa también en la zona la evacuación de aguas servidas domésticas, ya que ninguna planta de tratamiento de Essbío está operativa, por lo que se autorizó la evacuación de emergencia a ríos y otros cuerpos de agua.

Bolívar Ruiz, director regional de Conama, dijo que ya ha chequeado la condición de sitios protegidos de relevancia ambiental y que lo más grave es lo que ocurrió en Arauco con el humedal Tubul Raqui.

Las autoridades informaron que todos los vertederos operan normalmente en la región, pero los municipios del sur del Bío-Bío no pueden hacerlos llegar por la restricción de carga en el puente Llacolén, de ahí que se hayan habilitado transitoriamente depósitos provisorios.