La Corte Suprema estadounidense frenó la ejecución de un condenado a muerte por asesinato a menos de una hora antes de que fuese llevada a cabo, tras una petición de su abogado defensor y de Francia para permitir que se lleven a cabo pruebas de ADN.

Henry “Hank” Skinner ha pedido nuevas pruebas de ADN que dice probarán que no cometió el triple asesinato la noche del 31 de diciembre de 1993 por el que fue condenado a muerte.

Skinner, de 47 años, casado en la actualidad con una activista francesa contra la pena capital, fue condenado en Texas en 1995 por un jurado por el asesinato de su novia y los dos hijos de ésta.

Previamente, el embajador francés en Washington contactó a las autoridades texanas para pedir la suspensión de la ejecución.

Tanto el presidente francés, Nicolas Sarkozy, como el canciller, Bernard Kouchner, expresaron su apoyo a la esposa de Skinner, Sandrine Ageorges-Skinner.