Preocupación existe entre el alumnado de la Universidad de Concepción por los efectos del terremoto entre los estudiantes.

Estas imágenes, con la Facultad de Química de la Universidad de Concepción ardiendo la mañana del 27 de febrero, sólo horas después del terremoto representan para los cerca de 20.000 alumnos de la Universidad de Concepción algo así como un símbolo que agrupa los graves daños sufridos por la comunidad estudiantil.

La presidenta de la Federación de Estudiantes, Carol Cariola, explica que los efectos del terremoto están afectando a los alumnos de distintas maneras. Los costos de los arriendos se han disparado, tanto de casas como pensiones, hay menos departamentos y algunos albergues, como el Barros Arana, quedaron seriamente dañados. Por ello, están elaborando un catastro.

Las clases deben iniciarse el 5 de abril próximo y para ello tanto los directivos de la Universidad como los estudiantes están trabajando para solucionar los problemas en infraestructura que dejó el terremoto tanto en la Facultad de Química como en Educación y Odontología, los lugares más afectados.

Entre tanto, más de 200 alumnos siguen realizando trabajos voluntarios con la comunidad en distintos lugares de la región para volcar sus conocimientos en una gran variedad de áreas profesionales e ir en ayuda así de los más afectados por la catástrofe.