Luego de 37 años de incertidumbre, finalmente las familias de 13 de las 15 personas brutalmente asesinadas durante la dictadura militar en unos hornos en Lonquén, en la comuna de Talagante, pudieron recibir sus cuerpos para darles sepultura.

El proceso comenzó el jueves 18 de febrero cuando el director del Servicio Médico Legal, Patricio Bustos, comunicó a los familiares la identificación positiva de los laboratorios internacionales de los cadáveres ejecutados en 1973, en un proceso judicial iniciado en junio de 2005.

Así lo explicó el presidente de la Agrupación de Víctimas de Lonquén, Emilio Astudillo, quien sostuvo que con esto comienzan a sanarse parcialmente un dolor que afcetó por décadas a quienes se vieron involucrados en esta tragedia.