El chileno José Miguel Insulza se encamina a ser reelecto este miércoles al frente de la Organización de Estados Americanos (OEA), con el apoyo de la mayoría de los países y sin un contrincante.

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Insulza, un político socialista de larga data, ya ha recibido el respaldo de más países de los 17 que le hacen falta para ser elegido por un nuevo periodo de cinco años este miércoles, cuando se celebra una Asamblea General extraordinaria en la sede de la organización en Washington.

“A diferencia de otras ocasiones, la OEA ha estado presente en todos los grandes sucesos de la región. Ni siquiera quienes nos critican dudan verdaderamente de la relevancia que nuestra Organización ha tenido en estos años”, dijo recientemente Insulza, abogado de 66 años.

Insulza ha defendido su gestión que inició en 2005, durante la cual a su juicio la OEA cobró mayor notoriedad, expandió sus programas de observación electoral y medió en gran cantidad de conflictos que logró desactivar en el continente.

Pero fue precisamente un fracaso de la OEA, su impotencia para revertir el golpe de Estado que se produjo en junio de 2009 en Honduras, a pesar de grandes esfuerzos diplomáticos y suspensión de ayuda, lo que amenazó con manchar la gestión de Insulza.

El titular de la OEA cuenta con el respaldo de gran parte de los países de Centroamérica, el Caribe y América del Sur, aunque uno de los apoyos más importantes, el de Estados Unidos, le es esquivo.

“Seguimos evaluando nuestra posición”, dijo el viernes el responsable de la diplomacia estadounidense para América Latina, Arturo Valenzuela.

No obstante, analistas coinciden en que Estados Unidos le dará en definitiva su apoyo a Insulza, quien por lo demás no tiene ningún rival para la elección de este miércoles, cuando también será nombrado el secretario general adjunto, posición donde se espera que repita el surinamés Albert Ramdin.

“No hay mucho entusiasmo (alrededor de Insulza), pero ha conseguido suficiente apoyo para tener el respaldo de la mayoría de los países”, y Estados Unidos no tendrá otra opción que apoyarlo, dijo recientemente a la AFP el vicepresidente del centro de análisis Diálogo Interamericano, Michael Shifter.

En Estados Unidos, legisladores han criticado la labor de la OEA, calificándola incluso de ineficaz por no haber podido resolver crisis como la de Honduras y no ocuparse de temas como la democracia en Venezuela.

Asimismo, otros legisladores estadounidenses criticaron el liderazgo de Insulza que logró revertir en junio pasado la suspensión de Cuba de la organización, vigente desde 1962.

Estados Unidos otorga alrededor de la mitad de los recursos de la organización.

Esta elección se produce también a pocas semanas de creado un nuevo foro alternativo latinoamericano sin Estados Unidos ni Canadá.

Insulza ha ofrecido trabajar durante su nuevo mandato por una OEA más flexible que pueda evitar crisis como la de Honduras.

Si “se hubiera enviado una Misión de la OEA a tiempo, con mandatos claros y basados en la Carta Democrática Interamericana, se podría haber evitado la ruptura de la democracia en Honduras”, estimó.

Otro aspecto que tendrá que enfrentar Insulza de ser reelecto es el presupuesto de la OEA, que se ha mantenido casi invariable desde hace dos décadas. Algunos programas tendrán que ser suspendidos si no se consiguen mayores fondos, advirtió el propio titular de la organización.

Antes de ser secretario general, Insulza tuvo en su país un largo desempeño como funcionario público: bajo el gobierno de Eduardo Frei fue canciller y ministro de la Presidencia y bajo Ricardo Lagos ministro del Interior y vicepresidente.