Varios cientos de miles de personas tiñeron de verde Dublín y otras ciudades del mundo para celebrar este miércoles el día de San Patricio, patrono de los irlandeses, con desfiles, bandas de música y muchas pintas de cerveza.

Día de San Patricio

Antes incluso de que la madre patria se despertara, los expatriados y sus amigos abarrotaron los pubs irlandeses en Asia, y había desfiles previstos durante la jornada desde Sídney hasta San Francisco, pasando por Shanghai o Dubái. Sin olvidar Dublín y otro centenar de localidades irlandesas.

Unos 13 millones de schop de cerveza Guinness deberían consumirse en este día, según un portavoz de la empresa que produce la emblemática bebida de la isla.

El primer ministro irlandés Brian Cowen fue recibido en Washington por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama –uno de cuyos antepasado emigró de Irlanda en 1849–, ataviado para la ocasión con una corbata verde esmeralda.

Cowen debía hacerle entrega de un regalo tradicional, un bol de tréboles –otro de los símbolos de la República– en la Casa Blanca, donde el agua de las fuentes tenía excepcionalmente el color de la esperanza.

La presidenta irlandesa, Mary McAleese, elogió el desfile de Dublín compuesto por más de 3.000 artistas y bandas de música llegadas de India, Estados Unidos, España, Bulgaria, Austria, Francia y el Reino Unido.

“Gracias a nuestra familia internacional, el vínculo con Irlanda se ha mantenidos a través de las generaciones y nuestra cultura es conocida por millones de personas en el mundo”, declaró McAleese.

Además de Cowen, una veintena de miembros del gobierno volaron hacia 46 destinos en los cinco continentes para festejar con la diáspora irlandesa.

Resultado de varios siglos de emigración, 70 millones de personas en el mundo reivindican una ascendencia irlandesa. De estos, unos 34 millones se concentran en Estados Unidos, es decir el equivalente a ocho veces la población de Irlanda.