La justicia estadounidense rechazó este viernes cualquier vínculo entre la vacuna SPR (sarampión, paperas, rubeola) que se administra a los bebés y síntomas de autismo desarrollados seis meses después de la inoculación.

Comportamiento austista | Wikipedia

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En esta decisión, el tribunal especial estadounidense encargado de zanjar demandas al Estado por compensaciones financieras, se estima que “la teoría de que la vacuna es la causa (del autismo) no tiene base científica”.

El expediente en cuestión concierne a William Mead, de 11 años, que fue vacunado cuando tenía un año y comenzó a mostrar síntomas de autismo seis meses después.

Sus padres, así como cerca de 5.000 otros padres en Estados Unidos, pidieron al tribunal especial que reconozca que un producto conservante en base a mercurio, el thimerosal, contenido en ciertas vacunas como la SPR, pudo originar el autismo en el niño.

“Los demandantes no demostraron que una cantidad de mercurio no natural depositada en el cerebro (…) pudiera provocar los efectos” que condenan, afirmó el tribunal en su decisión.

La justicia ya había desestimado en febrero de 2009 el caso de tres familias en situaciones similares.

La cuestión del vínculo entre la vacuna SPR y el autismo ha sido objeto de numerosos estudios médicos contradictorios. El último, un estudio estadounidense de la Universidad de Columbia publicado en septiembre de 2008, excluyó cualquier relación.